Amanecieron abrazados. Fabrizio parecía tener mucha resistencia a dormir en una misma posición sosteniendo la cabeza de alguien sin que se le acalambrara el brazo. Además tenía una técnica.
El brazo a la altura del cuello y la cabeza de ella en la almohada.
Despertó con el aroma perfumado de su cabello en su nariz.
Su leve movimiento alertó a Tina que se movió alerta.
—Buenos días hermosa —saludó él cuando se volvió a mirarlo con una sonrisa socarrona.
Parecía que se regodeaba en haberle conocido sus caras perversas y gemidos secretos.
Tina se sonrojó. ¡Cuánto hacía que no se sentía tan reconfortada despertando entre los brazos de un hombre? Todo su cuerpo la tocaba a lo largo del de ella. Se volvió contra él y se acurrucó más sin ganas de levantarse.
—Buenos días. ¿Dormiste bien?—preguntó—. ¡Uh! No te dormí el brazo.
El hormigueo que le produjo en ese instante, el retorno de la sangre a todos los filamentos privados de ella, le dio la pauta que algo había salido mal. Pero no podía quedar como un marica delante de su novia.
¡Ufff! Su novia… ¿cuándo había tenido novia alguna vez? Y sin embargo esta vez había pasado tan rápido.
Demoraron un buen rato en salir de la cama. Permanecieron acariciandose con ternura hasta que Fabrizio advirtió no tener demasiado control sobre su cuerpo en aquellas circunstancias.
Se turnaron para usar el baño. Ella tardó muchísimo y cuando estaba por ir a sacarla a empujones para poder orinar, ella abrió la puerta hecha una lechuguita y más hermosa que nunca.
Se había maquillado suavemente. O eso parecía por su color rosagante.
Desayunaron mate y tostadas untadas con queso crema, mermeladas varias y dulce de leche.
—El mejor desayuno en años —aseguró él.
Pero la ciudad había despertado como un infierno. Esta vez manifestaban los recesivos en contra de la inseguridad frente a los mutantes.
Encendieron las pantallas en los youtuber además noticias. Mostraban imágenes de recesivos encapuchados con máscaras holografías deformando sus rostros. Atacaban locales de cadenas cuyos dueños se suponía que eran evolucionados.
La Mutual no sólo proveía de ayuda financiera. También organizaba eventos de capacitación y acercamiento entre ambos bandos cada vez más antagonistas. Esta emitió un comunicado llamando a la paz entre evolucionados y recesivos. Explicaba los valores de la cooperación e intentaba poner paños fríos aduciendo que nadie sabía si ellos mismos no mutarían. Ponderaba la importancia de la investigación genética para determinar esa información y los alcances de la evolución en el tiempo.
Pero la masacre del día anterior estaba demasiado fresca y provocó que muchos defensores asérrimos de los derechos de la privacidad evolucionista, cambiaran su opinión acerca de la ley de control a los evolucionados.
No importaba los motivos que habían tenido aquellas evolucionadas para reaccionar. Nadie supo la realidad de lo que había ocurrido antes de reaccionar. Lo único que importaba, es que se había revelado un poder hasta entonces oculto, disimulado. Un poder que no estaba en manos propias, sino de los otros. Un poder ajeno.
La ciudad estaba prácticamente tomada y había tanta inestabilidad que temieron encontrarse en medio de la agitación. Pero necesitaban seguir su investigación y no podían descuidar aquellos resultados. Cada vez parecían más importantes.
Fueron a trabajar en el subterráneo. Era el único medio de transporte que podía penetrar la ciudad totalmente bloqueada por manifestantes. El trayecto siglos atrás recorrido por trenes, se hacía bastante rápido a pesar de las distancias. Sólo tomaba treinta minutos recorrer los cuarenta y cinco kilómetros hasta la costanera sur del Río de la Plata. Era bastante más que los diez minutos que demoraba Fabrizio en llegar desde su casa en Vicente López, veinte kilómetros al norte de la ciudad, hasta allí.
Al salir a la calle los manifestantes se multiplicaban. Habían corridas, la policia se desplegaba por cada sector.
Solamente debían transitar unos metros hasta la entrada del laboratorio. Pero esta estaba bloqueada.
—Tina, cuando pasemos la gente, corramos adentro.
—¿Qué va a pasar?
—No sé, pero tenemos que correr.
Fabrizio la cubrió con su brazo y se dirigieron al subsuelo por el estacionamiento.
Un seguidor de la candidata a líder mundial, ordenó a uno de los manifestantes que los siguieran y no les permitieran escaparse.
El pánico se apoderó de Tina que empezó a temblar. Fabrizio la urgió a correr. Así lo hicieron pero alguien que estaba frente a la entrada de les plantó en el paso.
El orador extremista comenzó a acusarlos de haber degradado la moral de tal manera que los investigadores no sólo eran mutantes sino también mujeres mutantes. Ponía en duda los resultados de los experimentos que creían que se llevaban a cabo dentro del laboratorio.
Tina intentaba hacerse oír, explicar que sólo se estaban haciendo comparaciones y no había ningún experimento genético.
La turba se empezó a impacientar y los muchachos temieron por sus vidas cuando el orador instaba a tomar el control de todo en sus manos si le Gobierno estaba dominado por mujeres inmorales que nonrssguarsaban ni enseñaban a sus hijos las bases de una sociedad con una familia sana y encima eran mutantes que engendrarían hijos mutantes.
Fabrizio aprovechó el descuido de quien les impedía y el paso y empujó a Tina adentro quien corrió hasta el portero que la esperaba para abrir la puerta. Él esquivó con destreza maestra al manifestante y logró pasar también.
Agradecieron al portero por recibirlos y al cielo por la oportunidad. Peor Tina sabía que había algo más que hacía que Fabrizio tuviera tantas habilidades intuitivas.
Se reunieron con el escaso personal dentro del edificio comentando todas las experiencias para llegar.
Muchos habían sufrido golpea en sus autos y ya no podían volver. Otros se sentían más seguros en el laboratorio que en sus casas ubicadas en sectores álgidos llenos de los homicidios intrafamiliares que  tan frecuentemente se cobraba una víctima fuera de la familia por la escalada de violencia.
Tomaron mate cocido, café y tés en comunión con toda esa gente reunida de distintos pisos, oficinas y laboratorios. Todos esperando lo que fuera a ocurrir.
Matilde se conectó y se enfureció al saber que los genetistas no estaban en sus puestos de trabajo esperando pacientemente el resultado de Compadre.
Cuando pasaron la llamada telefónica, Fabrizio casi pierde el control y la insulta.
Subieron al laboratorio ante la mirada compasiva del resto que no entendía a esa mujer descorazonada e incomprendida.
—Está mina es el ejemplo del sociólogo. Una mujer que es líder pero en vez de dejar aflorar los instintos femeninos maternales de suavidad, ternura, hace todo como solían hacerlo los hombres más anticuados del siglos XX.
Se conectaron en conferencia Matilde, algunos mutuantes representando a La Mutual y algunos políticos.
Les dieron estrictas instrucciones de no manipular los resultados si no estaban reunidos quienes encargaron el trabajo, o sea ellos mismos. Mucho menos iniciar el análisis cromosómico posterior de estudio del gen mutante una vez descubierto.
Tina y Fabrizio estaban asustados. ¿Y si decidían que Nadir debía saber el resultado y tomaban medidas extremas con ellos?
Por supuesto que era insostenible, puesto que podía volverse a hacer el análisis. Pero tal vez ellos quisieran tiempo. Lo mismo que intentaban conseguir Tina y Fabrizio. Tiempo para saber el poder de aquella información. El análisis completo del genoma humano llevó muchas décadas. La comparación había llevado años y todavía no había concluido.
Decidieron que tenían un largo día por delante.  Necesitaban informarse.
Al encender los canales de las redes en directo, la mayoría mostraba imágenes de familiares y amigos de los masacrados, asegurando que fueron victimas de la injusticia. Que ellos jamás cometieron ninguno de los actos que se divulgaron y que nadie sabía de dónde habían sacado aquello porque ninguna de las asesinas había sido apresada ni mucho menos habían dado declaraciones. Adherían a que era todo un movimiento de prensa de los poderosos imperios comerciales “mutantes”, para desprestigiar a los ciudadanos recesivos civilizados y así perpetuarse en el poder.
Fabrizio quedó mareado con las declaraciones escandalosas que hacía una de las mujeres de los masacrados. Iingresó al sistema de seguridad y desconectó la cámara de la cocina del laboratorio, donde desayunaban o merendaban. Puso un canal de evolucionados.
—¿Hay un canal para evolucionados? —preguntó Tina cada vez más convencida de que Fabrizio era uno de ellos y tenía miedo de revelarlo.
—¡Por supuesto! Pero obviamente es secreto y está restringido el acceso.
—¿Y a vos cómo te dieron acceso? —preguntó suspicaz.
—¡Ah! Tengo mis métodos.
Eso no le aclaraba nada a Tina que ya no tenía más dudas.
—Sí vemos eso desde la red de acá lo van a poder rastrear.
—Esperemos que nunca lleguemos al punto de que empiecen a investigarnos a nosotros. Pero por las dudas, no estoy conectado a la red. Estoy usando la red subversiva.
—¿Subersiva? Cada vez me das más miedo.
—No soy subversivo… Por ahora —agregó por lo bajo—. Solamente uso esa red.
—Mirá esta emisión —señaló Tina.
La pantalla holográfica, mostraba una lista de títulos y entre ellos, un vídeo con el título “Miedo”. Se miraron.
Tina gesticuló en el aire la seña de reproducción. La pantalla destelló y proyectó hologramas.
Una youtuber filmaba a escondidas maltratos de distintas formas a supuestas mujeres evolucionadas. Estaban siendo sometidas psicológicamente. No reaccionaban más que con sumisión y miedo. Sus parejas las amenazaban con sus hijos, con matarlas, con denunciarlas.
Como rezaba el título, el factor común, era el miedo.
Buscaron más títulos. Les llamó la atención uno que rezaba “Conspiradores”.
No demoraron en reproducirlo. El youtuber parecía un alienado buscador de teorías conspirativas. Pero ellos sabían bien que habían mucho entretejido detrás de lo que se veía.
Filmaba como si hubiera estado en medio de un campo de batalla, tratándose de esconder del enemigo. O en una película de terror, siendo cazado por brujas o fantasmas.
—El propósito final de todas las investigaciones que están haciendo —argumentaba en el video—, no es el conocimiento científico. Ellos buscan retener el poder, o recuperarlo en algunos casos. Mis amigos evolucionados —jadeaba—, no se dejen engañar. Quieren volvernos unos contra otros porque son ellos los que salen ganando. Quieren catalogarnos, quieren poner a la mayoría en nuestra contra. Y nosotros ¿qué estamos haciendo? —se preguntaba—. Nos estamos escondiendo. Nos mordimos de miedo, mientras ellos conspiran. Todos conspiran. Tenemos que conspirar también… tenemos que…
La grabación se interrumpe de golpe. Es perturbadora. Pero movilozante también.
—Tiene razón. No podemos quedarnos de brazos cruzados mientras los demás cometen injusticias —reflexionó Tina.
—Sí, pero no podemos lanzarnos a la pileta sin saber qué tipo de líquido es el que hay dentro…. Podría haber ácido.
—No hay una organización pro mutantes tampoco. La Mutual es la única que supuestamente representa a ambos.
—Tampoco es tan confiable. Tal vez es manipulable —puso en duda Fabrizio.
—¿Qué va a pasar si gana la Freyes esa? —se preguntó agobiada.
—No entiendo como puede haber candidatos mundiales con pensamientos tan retrógrados y principios tan discriminatorios —se indignó el muchacho mien ras buscaba más videos que les dieran alguna pista.
—Encima con la masacre de ayer… le dieron argumentos para que se agarren para someter a los evolucionados —se ofuscó Tina.
—Éste video de acá muestra un ataque de una evolucionada que viralizaron. Y al final muestra cómo manipularon el video para que se vea así de mal, en contra de los evolucionados porque habían acosado y hostigado violentamente a la evolucionada y a su hijo hasta que reaccionó partiéndoles la cabeza con unas piedras del camino —informó Fabrizio.
—¿Está filmado? ¿Qué poder tenia? ¿Hace volar las piedras? —preguntó ingenuamente Tina que nunca había tenido contacto con un evolucionado, hasta su compañero según creía.
—¡Nooo! Simplemente, no se dejó atrapar y agarró las piedras y esperó el momento oportuno para lanzarla certeramente y que no pudieran defenderse —contó.
—No logró entender cuál es la evolución y cómo se dan cuenta.
—Nadie lo entiende. Sólo se sabe que hay algo. Es muy reciente. Tal vez deba seguir evolucionando. Mirá, por ejemplo en éste video de la chica de las piedras, a uno de los pibes, se la tira nondonde estaba él, sino al lugar donde él se movió para evitarla… Ya vamos a poder estudiarlo cuando tengamos el gen mutante.
—Es como una intuición.
—Exacto. Lo mismo pasa en los negocios que hizo que muchos prosperaran y llegaran a lo más cercano al poder. Dicen que es por esa intuición.
Permanecieron pensativos.
Fabrizio cerró la pantalla holográfica y se dispuso a activar la cámara de seguridad.
Tina permaneció hipnotizada en su mate cocido, revolviendo y revolviendo la infusión ya fría y sin haberle echado ningún endulzante.
Al cabo de la tarde cuando ya se disponían a volver a casa, Tina recordó algo.
—Al gen le decís mutante…
—¿Qué?
—Recién… vos no usás la palabra mutante porque es de mala educación.
—Así es—confirmó.
—Pero recién dijiste: “el gen mutante”.
—Sí…
—¿Entonces?
—El gen es mutante. La palabra no es mala. Solamente que se usa despectivamente para discriminar. Pero lo cierto es que el gen mutó —aseguró Fabrizio.
—O sea que si nadie lo usara de manera despectiva, no habría problema en llamarlos mutantes —infirió Tina.
—Yo creo que no.
—Sos raro ¿eh? —sentenció Tina.
Fabrizio le sonrió y le propinó un beso rápido.
Pusieron las noticias de los canales en directo para conocer cuál sería su situación a la salida.
—A pesar de la negativa sufrida meses atrás por parte del Congreso Mundial, para el envío de las casas humanitarias y provisorias Cmax, invento creado por el diseñador industrial argentino Nicolás García Mayor y de gran reconocimiento en la ONU del siglo XXI que no ha sufrido modificaciones importantes desde entonces, y que podría haber contribuido con el acercamiento y la hermandad internacional, proveyendo una solución inmediata del problema habitacional en los sectores de las recientes inundaciones sufridas debido al calentamiento global y también en las zonas afectadas por el último tsunami en Indonesia, los presidentes de los países desairados, fueron compensados con el envío gratuito de la señal emisora de los mundiales de fútbol para todo el pueblo de sus países por el período que dure el mandato y con posibilidad de renovación.
>>La iniciativa fue promovida por el Partido Moralista Conservador al que muchos ya le llaman “partido extremista” por las polarizadas declaraciones de su líder más vehemente, la senadora Freyes (candidata a líder mundial) y su candidato a Segundo comandante el senador Boggart. Los dirigentes recibieron la noticia con júbilo. Los sectores no afectados han realizado festejos aguardando por el próximo mundial de fútbol.
Nacionalmente también el apoyo a la lider extremista se había acentuado. Cada vez había más cantidad de gente con pancartas electrónicas a favor de ella y de la ley de control mutante debido al temor que les generaba el poder desconocido que parecían poseer los evolucionados.
De pronto una noticia llenó las pantallas de los distintas emisoras en directo. Todas rezaban “ÚLTIMO MOMENTO”, habían surgido cambios en las posturas de varios senadores que debatían el proyecto de ley de control mutante.