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sábado, 1 de octubre de 2016

¿Me enamoré de mi amigo gay? - Capítulo 6.1: Aventura


—¡No! ¡Cane! ¡Esa mochila en manos de cualquiera es un peligro, Cane! ¡Me las corto!

¡Ay no! ¡Qué desperdició! Solucionemos esto mejor.


-—¿Qué pasa Milho? ¿Por qué tanto problema?
—No, Cane, tenemos que recuperarla. Yo a ese hijo de "beep" lo tengo visto de algún lado. La p*"beep" madre que lo par"beep".
—Hagamos la denuncia Milho. Vamos.
—¡No! No tenés idea Cane. Estoy en problemas. Si llegan a ver lo que hay ahí adentro voy a estar en serios problemas.
—Por unas filmaciones y unas tareas del colegio no podría pasarte nada tan grave. Vamos a denunciar el robo.
—¡No Cane! ¡En serio, no!
—Pero ¿qué tenías ahí tan problemático?
—¿Viste el taller de programación?
—Sí.
—Digamos que me extralimité en una de las asignaciones.
—¿Qué hiciste?
—Después te cuento. Ahora tenemos que ver la forma de recuperar esa mochila. ¿Lo viste? Yo creo que lo vi antes pero no me acuerdo. Ayúdame a hacer memoria.
—Memoria...
—Sí, alguna pista que nos muestre por donde seguirlo y agarrarlo al vuelo. Antes que se escape del todo
—Memoria, seguirlo... vuelo.
—¿Qué estás pensando?
—¡El celular Milho!
—¡Claro! ¡El celular! ¡Vamos a casa! Busquemos la tablet.

Volamos a su casa en las bicis 🚲 . Tenía todas las cosas a medio embalar para la mudanza. Revolvió entre algunas de sus cosas y sacó la tablet.
Busco en la aplicación del dron y ahí estaba.
—Míralo al hijo de "beep" este. La p "beep" que te parió ¡forro! ¡Te agarramos!

Cuando se pone así de varonil me re-calienta. Y después de la situación que acabábamos de vivir y que estemos en esta situación con tanta adrenalina me daban ganas de tirarlo a su cama de golpe y arrancarle la remera a mordiscones.
Papito. Está furioso. Con el ceño fruncido buscando verle la cara al patán ese...
—¿Me podés decir por qué no pudimos ir a la policia Milho?
—¡Míralo! ¡Decime si no lo vimos antes!
—Sí, hace diez minutos.
—No, no —dice haciendo caso omiso a mi ironía—¡Ya sé! En el boliche. Yo lo vi algunas veces ahí.
—¡A verlo!
Lo miré con detenimiento. No estaba segura. ¡Pero si el lo decía!
—Milho, poné a grabar. Por las dudas que no recuperemos el dron.
—Tenés razón. Aunque al dron lo puedo manejar desde acá y traerlo de vuelta. Pero no lo vamos a hacer, sino nunca vamos a poder recuperar ese teléfono donde tengo el software.
—¿Por qué no lo tenias en la nube?
—¡Estás loca! ¡¿Qué parte de ilegal no entendiste?!
—¿Ilegal? ¿Qué hiciste?
—Estaba casi terminado. Cualquiera lo cierra y está listo para testeo.
—¿Qué cosa?
—Es un software para entrar en la base de datos de cualquier Banco y resetear cualquier usuario y clave. Cualquier boludo que lo encuentre no tardaría mucho en llegar hasta mí. ¿Quién me va a creer que pensaba vendérselo a la seguridad bancaria?
—¡La p "beep" madre Milho! ¿Lo encriptaste?
—Sí, pero... cualquiera con un poco de conocimiento lo puede desencriptar. Eso lo iba a trabajar en cuanto lo terminase. Encriptarlo y desencriptarlo a cada rato para programar es un dolor de huevos. 🍳
—¡Ah! ¡Sos un boludo importante! ¡Sos el presidente de los boludos! ¡El encriptado es lo principal para que no te roben la idea, ni que decir el software completo!
—Tengo copias, pero lo importante es que no caiga en manos de delincuentes.
—¡Ah! Me quedo más tranquila. Menos mal que nos lo robó una persona ¡¡honesta!!
—¡No es que no estuviera encriptado! Ya te lo dije. ¡No me hagas repetírtelo!
—Bueno, bueno, calmémonos. Pensemos qué vamos a hacer. Dónde está ahora el tipo.
—Está en un café en medio de una villa de emergencia. Se sentó en una mesa afuera.
—¿Y el otro? ¿El de la moto? Si vamos ahí, no volvemos con vida Milho.
—El que manejaba no está. Tenemos que planear bien qué hacer. ¡Uy no!
—¡Lo va a vender! No importa, podemos seguirlo con el dron.
—Si le cambia el chip ¡no!
—¡La Puta madre Milho! ¿Y ahora qué hacemos?
—Ya sé. Dame un min...
Se puso a manipular la aplicación del dron en recovecos del menú y de la configuración que nunca había visto siquiera.
—¡Ya está! Le hice reconocimiento facial al chorro y al comprador. En cuanto alguno de los dos se vaya con el celular, cambio a seguimiento facial. Es más fácil que se pierda. Pero algo es algo.
—Ay ¡no! Le está mostrando el celular.
—Roguemos por que no lleguen a un acuerdo. Mientras no le cambie el chip, aunque lo tenga apagado el estado latente en el que se encuentra, hace que el dron pueda seguirlo. Pero si lo cambian estamos perdidos.
—¡Sacó el celu! ¡Ay no! Se lo dio.
—Pará, sólo lo está mirando.
—Ahí está. ¡Se lo devolvió!
—¡Zafamos! Lo apagó y se lo guardo el chorro. Debe creer que apagado no lo pueden rastrear.
—Pero y ahora ¿qué vamos a hacer? ¿Nos vamos a pasar todo el día controlándolo?
—Tal vez. Hasta que veamos la oportunidad de sacárselo. Tenemos que pensar en algo. ¡Mis viejos me matan!
—Algo vamos a hacer. Tenemos al dron. Hagamos algo. Definamos estrategias.
Número uno: ¿Estamos dispuestos a entrar en la villa?
—No / Sí —dijimos al unísono.
—¿Estás loco?
—Si es necesario voy a entrar. Con el dron tenemos ventaja. Aunque sea lo busco al Rulo. Y si no me ayuda ¡lo cago a trompadas!

Agrgrgr. Me lo como con papas al horno. ¿No es sexy cuando habla así? Debe ser porque siempre me pareció tan gay hasta hoy. Ay Dios. ¡Qué beso me dio! ¿O le di? Nos dimos. Me muero. ¿Ya se habrá olvidado de eso?

—¡Cane!
—¿Eh? ¡Ah! ¡Sí! Eso podría ser. Ok. ¿Qué más?... Número dos: ¿Cuándo deberíamos ir?
—Si vamos a irrumpir en su casa. Tendrá que ser de madrugada o cuando no haya nadie.
—Sí, de madrugada. Van a estar todos los delincuentes robando.
—Puede ser. Pero primero tenemos que estudiar el movimiento del lugar.
—Tendríamos que turnarnos. Estudiar las grabaciones sería una pérdida de tiempo.
—Exacto. Anotemos todo. Hora de entrada, salida, rutinas que tenga.
—No va a tener rutinas —interrumpí—. ¡Si es un delincuente!
—Alguna rutina puede tener.
—¿Te quedás a dormir esta noche en casa?
¿Eso es una invitación? ¡Ah! ¡Por la vigilancia!
—¡¿Estás loco?! Mi papá nos mata y hasta que no larguemos todo en lo que andamos no nos van a dejar en paz. Mejor no levantemos sospechas. Llevemos la tablet a mi casa.
—Claro, sí, mejor.

Nos miramos un momento. ¡Qué lindo es! ¿Estará pensando lo mismo que yo? Dormir juntos.
—Vamos a tener que turnarnos para dormir. Como bien dijiste.
—Claro, sí. —Sí, estaba pensando lo mismo, sólo que en cómo evitarlo.
—Hoy es jueves de trampa. Tal vez vaya al boliche.
—¡Ah! Cuando van todos los infieles a engañar a sus parejas con la excusa de salida de amigos ¿no?
—Tiene la función de obturador automático para la luz nocturna ¿no?
—Sí, te capta hasta la luz de las estrellas. Quédate tranquila. Cambiémonos para estar listos por si tenemos que salir —propuso—. Me baño así cuando vamos a tu casa te ponés linda vos. Aunque más de lo que sos, no sé si sea posible.
¡Aaahhh! ¿Me parece o la está jugando de galán?
—¡Dale! Perfecto —Me hago la boba.
—Estamos juntos en esto ¿no? —Me dice ofreciéndome su puño 👊 a modo de saludo.
—¡Por supuesto!—confirmo y chocamos con un  golpecito como si brindáramos con porrones de cerveza 🍻 y luego un vaivén de dedos al azar 🖐 se rozan dorso con dorso alejándose.
Sólo que esta vez nuestro legendario "saludo-travesura" nos dio una descarga electrizante que ¡me paró los pelos de punta!

🎒🎒 🏃 🏃🏍 🏍
 ¡Les di un día para que comenten y hagan conjeturas del rescate!
He aquí la estrategia. ¿No la pensaron la del dron?

Déjenme sus comentarios , estrellitas y compartan!!!

Recuerden... Si no quieren soñar 💤💤💤 conmigo👺👺😈😈👹👹  (voz fantasmal 👻 👻 ) Dame mi estreeeeeella ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ .... es míaaaaaa!!!

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