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lunes, 24 de octubre de 2016

Mutuantes. Mutual de colaboración mutua entre evolucionado a y recesivos.

Argéntea Sol Belgrano debía entregar la sustancia secreta que se usaría para la disociación y estudio del gen ubicado en el par cromosómico X que había mutado y producido los cambios. La fachada era
la concreción de un nuevo préstamo para desarrollo científico en el congreso organizado por la Mutual de ayuda entre los humanos de gen recesivo no evolucionados y los de gen dominante evolucionados.

Sabía que al llegar al laboratorio no debía fallar en la identificación del receptor. Entregárselo por error a cualquier otro significaría el fracaso de años de estudio y espionaje.

El viaje a la estratósfera desde Sudamérica para descender en Suecia, sería relajado. La tecnología autogestionada que suavizaba los efectos de la fricción atmosférica en la resistencia gravitacional de salida y el posterior descenso databa de muchos años y hacía al viaje muy seguro y corto. En sólo cuatro horas llegarían a destino sin necesidad de tripulación alguna.
No muchas personas viajaban desde ese origen hasta ese destino, así que Argéntea esperaba poca gente en la nave. Pero que sólo deba viajar con una persona y del sexo débil era inesperado. Aún más lo era, que la inquietara tanto.

A pesar del título de la Mutual y de sus intenciones anunciadas, la revolución en contra de la dominación de géneros que había llevado a las mutantes a levantarse, había dejado huellas profundas que ocasionaron la desconfianza generalizada y la infiltración extendida en cualquier organismo de moderación.

No todos los vencedores habían accedido a las medidas extremistas de esclavitud en venganza sobre aquellos que, por temor, habían intentado oprimirlos.

El sexo fuerte ostentaba los cambios por duplicado en su par X lo que había propiciado el salto evolutivo que le daba poderes. El cromosoma masculino Y era el impedimento de tal desarrollo. Se necesitaba doble mutación genética para conseguirlo. Los machistas temerosos del nuevo poder intentaron reprimirlo. Pero consiguieron que se levantasen en armas. Las amazonas otrora oprimidas, la primera vez en la historia humana por milenios, no permitirían una segunda y decidieron medidas extremas. Los esclavizaron.
Los bandos se mezclaron en favor de la moderación pero el espionaje fue brutal.
Con el paso de los siglos, no quedaron mujeres no evolucionadas.

El cruce de palabras había sido cordial. El caballero que se había acercado a su lado era tan misterioso como apuesto y peligroso. Naturalmente era su enemigo a pesar de haber pasado un siglo desde La Paz, aún habían extremistas con resquemores. Él no podía saber que ella era de los Moderados que buscaban la igualdad.

La inquietud por su compañero se mezclaba con la ansiedad de saber si habrían enviado al espía misterioso con quien llevaba años intercambiando información codificada y del cuál se fue enamorando por los escuetos y discretos mensajes cargados de intencionalidad.

Los primeros años la información era pura y cada dos meses. Era un sistema sofisticado por el cual debía hacerse una programación completa con un lenguaje distinto en cada mensaje. Apenas había recibido algunos riesgosos mensaje de voz que el sistema de codificado distorsionaba para evitar la identificación de los agentes.
Ninguno podía revelar su ubicación o identidad real. Pero luego de tanto tiempo, la curiosidad llevó a su contacto xzcvb5563 a repetir al final de cada mensaje y en varias oportunidades una descripción extraña y doblemente encriptada.
"Sexo débil ojos pardos".
En el quinto intento recibió su respuesta "Sexo fuerte, azules".
El siguiente finalizó con "cabello castaño".
Ella respondió "albina".
El próximo fue una matriz simple "(1,92;39)".
Ella respondió "(1,75; 32)".
Le siguió una pregunta. "¿Pecas?"
La respuesta fue un escueto "sí".
Empezaron las apreciaciones. "Me gustan"
Ella: "¿Te gustan?"
Él: "Excitantes".
Ella: "¿Entrenamiento?"
Él: "Militar. ¿Me imaginas?"
Ella: Sí.
Él: En mis sueños.
Ella: En los míos.
Él: En mis fantasías.
Ella: También.
Él: Quisiera.
Ella: ¿Qué?
Él: Conocerte.
Ella: Imposible.
Él: Lo sé. ¿Tú?
Ella: También.
Él: Espero siempre una palabra.
Ella: Yo más.
Él: Deseo.
Ella: Ferviente.
Él: Desespero.
Ella: Inalcanzable.
Él: Amor.

Ella hizo silencio. Se asustó. Era demasiado fuerte para tan pocas palabras, para tan poca información.

Él: Lo siento.
Ella: No debes.
Él: ¿Alguien más?
Ella: No.
Él: Amor.
Ella: No puede ser.
Él: Lo es.
Ella: Ilusionada.
Él: También.
Ella: Anhelo.
Él: Ferviente amor.
Ella: También.
Él: ¿Amor?
Ella: Sí. Amor. Imposible.
Él: Quisiera. Tal vez.
Ella: Misión.
Él: Abandonaría todo.
Ella: Traición. Muerte.
Él: Lo sé. Arriesgaría todo.
Ella: Muero sin ti.
Él: "Nothing else matters, Metallica"



Ella: "Patience. Guns"



Él: "I don't want to miss a thing"
Ella: "Bed of roses. Bon Jovi"



Él: Besaría entera.
Ella: Besaría entero.
Él: Te imagino siempre.
Ella: También.
Él: Pasión.
Ella: Pasión.

La ilusión era que hubiesen enviado a su contacto y dar rienda suelta a sus pasiones reprimidas. Pero la misión era sólo una entrega disimulada en un apretón de manos. No podía soltar la palabra clave a todo el que se cruzara.

—¿Me escuchó?
—Disculpe, estaba distraída.
—No quise ser atrevido, pero es extraño que permanezca la característica albina en la mutación.

El hombre tenía una voz ronroneante al hablar y se le acercaba seductoramente. Se le había insinuado en varias oportunidades. Rozó sus dedos al pasarle una taza de café. Era evidente su atracción. Era mutua. Lo miró a los ojos y las chispas saltaban.
Era alto de cabello castaño y ojos pardos. Intentaba imaginarse a su contacto en él. Pero la transacción debía hacerse en la Mutual.  Tampoco él tuvo permitido saber el receptor. Debieron luchar a la tentación de revelar sus identidades. El receptor lo sabría poco tiempo antes.

—Es un error común. Pero la mutación no soluciona todos los defectos genéticos. Somos michos aunque sin los inconvenientes que traía.
Él la miró. Se notaba la tensión.
—¿Se hospedará en el mismo hotel del congreso? A mí me asignaron allí.

Ese hombre además, tenía el mismo destino que ella. El congreso de la Mutual que supuestamente no viajarían más de una persona por país. Era extraño y se sentía atraída.

—Sí.
—¿Siempre es de tan pocas palabras?
—Lo intento.
El rio y a ella le recorrió un escalofrío electrizante por su cercanía y el roce de sus brazos.
Hablaron de muchas cosas la primera hora y cada vez la charla era más inquietante.
—Es usted intrigante. No imaginaba que una prestamista podría serlo.
—Podría decir lo mismo de un científico.
—¿Qué le parece una cena?
—Es un buen hábito.
Rio divertido.
—Tiene un gran sentido del humor.
Los ojos pardos de Amadeo la observaron profundo. ¿Serían así los de xzcvb5563?
—¿Le molesta si pongo unos clásicos?

Buscó en el mando repiqueteando los dedos en la mesa. El ritmo era igual a aquellos de los silencios en los mensajes de voz distorsionada.

Se le aceleró el corazón.

Puso: "Nothing else matters".
Se miraban perturbados. Contrariados.

—Ahora usted. —Cedió el mando nervioso.
Ella: "Patience"

Él: "I don't want to miss a thing".

Ella: "Bed of roses".

Se miraron con el corazón en un puño.

—"Charcoal"
—"Petreo"
—Sos xzcvb5563
—Vos xzpie2023

Los brazos no alcanzaron a fundirlos lo suficiente. Los labios no alcanzaron para fusionar sus emociones. Se enredaron en un fuego pasional infinito que les dejaba tres horas más de felicidad completa.

Escaparían juntos luego de la misión.

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